La iglesia de Dios esta viviendo en los tiempos de consagración y de mayor búsqueda de la llanura de su Espíritu. Hemos sido bautizados por un mismo Espíritu, por el cual andamos por fe hasta que estemos glorificados en su Reino y su presencia . Unidos y en armonía veremos su gloria en nuestras ciudades.
¡Te anhelamos, Señor!